Charo Pradas
La exposición de Charo Pradas (Hoz de la Vieja, Teruel, 1960) en La Casa Amarilla se inicia con una de las obras de la serie Marnie, que la artista realizó en 1992. Han pasado veinticinco años desde entonces. Un tiempo dedicado a explorar lo que se esconde; a mirar sin ojos. O con ojos despersonalizados e incorpóreos, o mutilados, como el que abre la película Un chien andalou de Luis Buñuel. La mirada exterior desaparece ante la mirada interior.
El propósito que ha guiado la selección de pinturas, dibujos y objetos de Charo Pradas en esta exposición ha sido el de mostrar la perseverancia y singularidad de una obra decidida a explorar lo profundo, para desentrañarlo. El resultado son imágenes perturbadoras, inestables, no imitativas, insólitas, desestabilizadoras e intempestivas, impuras, imprevisibles… siempre a la fuga; cómo pueden ser si no las imágenes que se saben partícipes de la incertidumbre y de la ruina.