Luis Francisco Pérez
Espacios de significado
La invitación que me hace llegar Chus Tudelilla para hablar de mi «mesa de trabajo» me produce una doble sensación, o una doble interpretación. Ciertamente ambas emociones serían innegablemente placenteras, si bien cada una posee su propio registro, digamos «defensivo», y su natural argumentación, digamos «defensora». Veamos si yo mismo soy capaz de expresarme con la limpieza y orden que para ello se necesita, y no siempre se consigue, en toda «mesa de trabajo», y la insistencia en el entrecomillado no sería debido a un melindroso prejuicio de querer a toda costa «curarme en salud», pero sí a la humana precaución, con no poco de distanciamiento brechtiano, que se necesita cuando una determinada idea u opinión surge de una invitación externa, y no por la íntima necesidad o gusto personal de expresarla sin mayor motivación que nuestro propio deseo.
Observatorio de género en las artes visuales en Aragón
En el ámbito de las artes visuales la desigualdad de la mujer se manifiesta de forma evidente. La presencia de obras realizadas por mujeres en las colecciones públicas y en exposiciones temporales, o la proporción de mujeres en la estructura directiva de las entidades dedicadas a las artes visuales son exageradamente pequeñas. Pero, más allá de la evidencia, es necesario conocer esta situación con datos precisos para poder adoptar las decisiones políticas adecuadas.
Eloy Fernández Porta
Verdades musitadas
Pon en tus ojos un brillo de astucia. Arquea la ceja. Baja la voz. Adopta un aire misterioso sin solemnidad, sagaz sin academia, cómplice sin culpa. La comisura de tus labios dice más que tus palabras; dejas que se extienda, esbozando una mueca muy pequeña, así, intrigante y salaz. Tu espalda está curvada por el trabajo; la inclinas, más cerca, como si tu cuerpo fuese la pared de un cuarto prohibido. Los magos saben usar las manos; los apuntadores, el índice: sé teatral y brujo al musitar. Sexo, nervio y latido: tienes el pálpito de la noticia, el nervio de la urgencia, la sensualidad del revelar. Tu tensión sube dos grados. Has medido una pausa. Ahora sí: el cuerpo de tu oficio ha desaparecido. Vuelves a ser tú.
Soy todo oídos.
Carmen Magallón Portolés
Entre la ciencia y la vida. Historias de nuestras primeras científicas
Para alguien que no cree en el monocultivo del espíritu y tiene intereses múltiples, los tiempos de realización de los proyectos, a menudo los más preciados, se convierten en geológicos. Los más acariciados tienen así el riesgo de quedarse en el tintero. Por eso agradezco infinito la invitación que me hizo La Casa Amarilla para presentar mi mesa de trabajo. Una interpelación que me obligaba, me obliga, a retomar y dar un empujón a uno de esos proyectos siempre aplazados, el de presentar trayectorias de vida de algunas de las primeras científicas españolas, a las que seguí la pista tras incluirlas en Pioneras españolas en las ciencias (Madrid, CSIC, 1998 y 2004).
María Ángeles Naval
Clase media y literatura
En junio de 2015 organicé con Zoraida Carandell y Mercedes Yusta un encuentro sobre aspectos literarios y culturales de la Transición española en el Instituto Cervantes de París. Se tituló La Transición sentimental. En la Universidad de Zaragoza habíamos encadenado ya varios proyectos de investigación sobre la Transición que incluían la creación de una base de datos con novelas, películas, obras de teatro y de televisión que trataran sobre el tema. Ahora la estamos terminando. Antes habíamos publicado un libro, La Transición como relato. El relato de la Transición (2013), al que contribuí con un artículo sobre El día del Watusi de Francisco Casavella titulado «La Transición política española no ha tenido lugar». La trilogía de Casavella (2002-2003) hace un relato despiadado, humorístico, nihilista y destructivo del proceso político de la Transición. La visión de Casavella puede ponerse en relación con otras novelas que empezaron a menudear a partir de la crisis de 2007. Quizá 2011 sea el año que presenta más concurrencias narrativas en una línea parecida o análoga a la de Casavella. Es el año de publicación de Un momento de descanso de Antonio Orejudo, que habla de la Transición de manera escéptica, burlesca, anti-épica y valleinclaniana como la de Casavella.
Teo González. Arch Drawing
Tiempo para la reflexión. Eso es lo que se reclama en el ciclo «Ante la imagen» que acompaña a las exposiciones de La Casa Amarilla. Un tiempo necesario para mirar, ver y saber las obras en compañía de especialistas en las más diversas disciplinas cuyas reflexiones nos ayudarán a situarnos ante las imágenes. O, al menos, a interrogarlas.
La exposición Arch Drawing de Teo González en La Casa Amarilla celebra el regreso del artista a Zaragoza. Han pasado trece años desde su última individual en la ciudad, cuando presentó en el Museo Pablo Serrano una secuencia de obras que eran el resultado de un complejísimo método de trabajo iniciado en 1990. Aquel año significó mucho para Teo González pues fue entonces cuando supo la dirección que debía tomar aunque no tenía claro cómo llegar. Un poco en la línea de Frank Stella cuando, en 1960, observó que los dos problemas de la pintura eran averiguar qué es la pintura y cómo se hace una pintura. Cuestiones en las que Teo González persevera.
Miguel Ángel Ortiz Albero
El andar, el arte de desaparecer y la melancolía
La mesa de trabajo, la mía, es extensible. No está sujeta a unas dimensiones prefijadas y/o estables. Un sistema de bisagras permite ampliar o reducir su superficie. Cada nuevo proyecto se expande o repliega de un modo único. Hay, sobre la mesa, una lámpara antigua, cuadernos y lapiceros, libros y apuntes. Todas las anotaciones de esta charla están hechas a lápiz. Con el tiempo, y de no convertirse en algo más, todas estas notas desaparecerán. El grafito del lápiz se desvanecerá.
Joaquín Sicilia
Agricultura, símbolo y arte. (El espíritu de los materiales, el espíritu de la arquitectura)
La referencia al territorio, al paisaje agrícola y su capacidad simbólica en la memoria de los habitantes de las ciudades es muy importante.
La «Mesa de trabajo» que presento en La Casa Amarilla incide en cómo ese carácter simbólico que parte de una naturación basada en un ámbito rural, puede extrapolarse como generador de emociones vinculadas al mundo de las sensaciones, muy próximo o vinculado con el mundo del arte.
Cristina Monge
Ciudades en transición
Me desnudo haciendo pública mi mesa de trabajo y en ella mis preocupaciones y obsesiones que, a menudo, se bifurcan de forma interminable en caminos que dibujan un paisaje apocalíptico al saber que nunca serán transitados. En tiempos en los que la complejidad crece en progresión geométrica, la interdependencia de los saberes se multiplica y la generación de conocimiento parece que avanza al ritmo de la comunicación, la ansiedad es inevitable.