Enrique Radigales
PO by ER
11 diciembre, 2021_12 febrero, 2022
PO by ER continúa las investigaciones de Radigales en Pericastó (Huesca), que transformaron un terreno de secano dedicado al cultivo de la cebada durante tres generaciones familiares en un lugar libre para la biodiversidad. La memoria de su padre permanece en el desarrollo evolutivo de aquel proyecto y en las obras de su exposición La cuarta generación, en las que activó la pintura mediante procedimientos industriales, inyectando acrílico en el reverso del soporte previamente perforado del que surgían las «semillas» en la superficie. El proceso es similar al realizado en la actual secuencia de obras que presenta en La Casa Amarilla. La «tierra» ahora es distinta. La de Pericastó acoge un proceso libre de toda intervención, a la vista de quienes sepan verlo. La del jardín da ser y tiempo a su madre, la «Pili Haraway». Tal vez Pilar Obón no sepa quien es Donna Haraway, pero comprende muy bien la malla de relaciones que se establecen entre las «especies compañeras» que viven y evolucionan juntas; y aunque quizás desconozca el giro biocéntrico que, en opinión de Maria Ptqk, parece anunciar la emergencia de un tiempo precopernicano, sabe que forma parte de un único tejido de interrelaciones entre los seres vivos y no vivos. La sabiduría natural de Pilar Obón, la «Pili Haraway» en su jardín, es la imagen que Enrique Radigales se regala para recordarla y recordarse, brindándonos un nuevo relato, tan urgente como necesario, que nos permita reimaginarnos.