Mesa de trabajo
Francisco Pellicer. Descubrir lo natural
Cuando Chus Tudelilla y Juanjo Vázquez me invitaron a mostrar mi mesa de trabajo, traté de defenderme: no soy artista, ni escritor… ¿Qué puede interesar al escogido público de la galería-librería La Casa Amarilla del trabajo de un modesto científico?
No sé por qué me ocurren estas cosas, pero algo de culpa debo de tener. Recuerdo cuando, a primeros de los años 90, Francisco Ortega, catedrático de Geografía Física de la Universidad de Granada, me pidió que hablara de medio ambiente urbano. Nunca me había planteado si los conocimientos que yo poseía sobre Geomorfología, Climatología o Biogeografía podían interesar a los urbanistas. Acepté el desafío y me puse a estudiar. Descubrí un campo enormemente fértil para la investigación. Otro tanto me ocurrió años más tarde cuando un catedrático de Dibujo de la Facultad de Bellas Artes de Barcelona me invitó a dar un curso sobre el dibujo como instrumento científico. Así que acepté el encargo de La Casa Amarilla y, como tantas veces, confié en el criterio del demandante y traté de encontrar las razones que yo debería saber.
Cuando me veo en estas circunstancias, entro en mí y busco al «muchachico» de 6 o 7 años que descubría el mundo en Ambel. Recuerdo que por entonces comencé a pintar con unas tizas acuarelables los paisajes de mi pueblo pero como si los viera desde un dron, en vista oblicua aérea. No era la mirada de un artista, se parecía más a la de un científico. Representaba el paisaje como creía que era y no como aparecía ante mis ojos. Nada extraordinario, es lo que hacen todos los niños a esa edad.
Si tuviera que describirme ahora, diría que soy un curioso que va de flor en flor entre las diversas disciplinas que se ocupan de la naturaleza y del ser humano. Me gusta enormemente pasear y contemplar la sabiduría de la naturaleza y la de las gentes que usan el espacio. Camino frecuentemente deslumbrado por los paisajes que las distintas culturas han dejado impresos en la epidermis de la Tierra. No me gustan las explicaciones simples y quiero saber más de lo que veo. En este devaneo, surge mi necesidad de leer. Y leo las cosas más diversas, aparentemente incoherentes, muchas veces heterodoxas, otras crípticas y encerradas en la liturgia científica que exige ciertos ritos iniciáticos.
Así veréis mi mesa de trabajo como un caos de elementos aparentemente inconexos: libros (de ecología, geobotánica, urbanismo, paisaje o arte), fotografías aéreas, mapas… Un caos que, amasando con disciplina científica, trato de someter a un orden global que calme la zozobra de mi desconocimiento.
Y para aprender cosas nuevas necesito explicarlas. Por eso soy un feliz profesor. Me encanta desnudar a la ciencia de sus oropeles, de su solemnidad pontifical o doctoral, de sus índices de impacto… hasta que aparece el conocimiento desnudo y accesible. Los pocos sabios que conozco son modestos y sencillos.
Écologie (1975), de Eugene P. Odum. Me ha enseñado a distinguir paisajes naturales, rurales, urbanos o industriales, no solo por su fisonomía, estructura y dinamismo, sino por su relación con el consumo de energía.
La ciudad en la historia. Sus orígenes, transformaciones y perspectivas de Lewis Mumford (publicado en 1961, se presenta la edición de 2014), me descubrió la ciudad como «el lugar de las conversaciones significativas» y pude olvidarme de las teorías sectoriales que convertían la ciudad en un monstruo insostenible y a sus habitantes, en consecuencia, en seres absurdos que prefieren el aire contaminado, el ruido excesivo… Este libro es un monumento cultural. «Comienza con una ciudad que era, simbólicamente, un mundo; termina con un mundo que se ha convertido, en muchos aspectos prácticos, en una ciudad». Esto decía el autor ¡en 1961!
Proyectar con la naturaleza (1967; 2000), de Ian L. McHarg. Su amigo Lewis Mumford no lo presenta como un town planner o landscape architect sino como «un ecólogo inspirado, capaz de avivar la confianza en un mundo mejor». La obra es de extraordinaria vigencia. Fue precursor de la evaluación ambiental y de conceptos como la necesaria convivencia y compatibilidad entre el artefacto urbano y la naturaleza. Se publicó en castellano en el año 2000. En España era conocido solamente entre el reducido círculo de planificadores y urbanistas pero no ha calado en nuestro acervo cultural, y se nota.
Ecología urbana (1995), de Salvador Rueda, me introdujo en la complejidad de la Ecología Urbana, el metabolismo urbano en su doble dimensión física y humana. La sostenibilidad de una ciudad es comparable con la del cuerpo humano, 60 millones de células especializadas que con el mismo consumo de energía de una bombilla permite no solo crecer y reproducirse, sino también pensar, amar, trabajar, disfrutar…
Sauvages dans la ville (1997), de Bernardette Lizet, Anne-Elizabeth Wolf y John Celecia. John me regaló este conjunto de estudios etnobiológicos y de biología aplicada, altamente especializados que en un principio no entendí. Después ha resultado de enorme interés para, desde la ciencia más especializada, provocar una auténtica revolución en el tratamiento de los paisajes y jardines urbanos. La obra pone en valor una naturaleza ordinaria, fuera de los jardines de diseño y de los parques protegidos. Es la flora trivial de los descampados. La ciudad y su patrimonio biológico se convierte bajo esta visión en un laboratorio de experimentación cultural y social. Desde esta perspectiva, las plantas salvajes contribuyen a la creación de una ciudad más humana.
El jardín en movimiento (2001; 2012) y La sagesse du jardinier (2004) de Gilles Clément, ingeniero agrónomo, jardinero, paisajista, biólogo… cuestiona el arte de los jardines que ha expresado su excelencia a través de la arquitectura y la ornamentación y se plantea: «¿Y si la práctica de un oficio fuera también un recorrido iniciático, un camino hacia el conocimiento de sí mismo y del mundo?».
Un descampado en la ribera del Ebro de Lara Almárcegui (2009). Este proyecto, realizado con motivo de la Exposición Internacional Zaragoza 20008, consiste en conservar el lugar sin diseñarlo, ajardinarlo ni renovarlo, de modo que se mantenga protegido como descampado para siempre. Todo sucederá en él por azar y no según un plan determinado. La naturaleza evolucionará a su aire, influida en exclusiva por el viento, la lluvia, el sol, la vegetación y la dinámica del río. Es un proyecto que trastoca nuestro concepto de lo salvaje, desdibuja el límite entre lo natural y lo salvaje. Allí donde el agua se convierte en tierra y la tierra en agua.
El jardín de la metrópoli. Del paisaje romántico al espacio libre par una ciudad sostenible (2011), del arquitecto Enric Batlle. Cambiamos de escala: pasamos del jardín o de la intervención artística a la escala metropolitana. Este libro trata de establecer los principios con los que abordar los nuevos espacios libres intersticiales entre los fragmentos de la ciudad dispersa. No solo se abre al espacio, también se abre conceptualmente, dando cabida a diversas disciplinas (la agricultura, la ecología, el arte, la arquitectura) interpretadas desde la lógica de la arquitectura del paisaje. Los espacios libres metropolitanos conforman un nuevo estrato urbano resultado de la integración de las escorrentías del territorio, los bosques, los campos agrícolas, los jardines, lasa infraestructuras verdes…
La memoria de los inmigrantes andaluces se plasma en el paisaje del nudo de la Trinitat en Barcelona. Un paisaje a contemplar desde el movimiento del vehículo y la atención selectiva.
Paisaje y Ordenación del Territorio (2002), de Florencio Zoido y Carmen Venegas. También en estos estudios la mirada sobre el territorio requiere cambios de escala y nuevas formas de mirar. Los paisajes que más nos importan, laboriosamente construidos durante siglos, se transforman rápidamente. Probablemente sea inevitable, pero no es lo mismo ser conscientes de dichos cambios y tratar de conducirlos, que ignorarlos y asumir resignados las formas y consecuencias negativas de su transformación.
El paisaje entre la ciencia y el arte (1992), de Regla Alonso y Francisco Pellicer. Se trata del catálogo de una exposición realizada en el marco de un curso de verano de la Universidad Hispanoamericana de Santa María de la Rábida.
Arte y Naturaleza. Paisaje y Territorio (2008), dirigido por Javier Maderuelo. El proyecto «Arte y Naturaleza» que desarrolló el CDAN, incluyó intervenciones artísticas y cursos monográficos dedicados a analizar diferentes aspectos del paisaje y el territorio.
La emoción de descubrir (1992), de Regla Alonso, profesora de Bellas Artes en la Universidad de Sevilla y artista. «No está claro cómo surgen los temas; en verdad no sé si los escojo yo o son ellos los que me escogen a mí. Solo sé que cada uno tiene y exige su momento. Es emocionante verse atrapado por un tema, te comunicas con él, piensas con él, sientes con él; es un proceso que puede ser largo o muy largo, y si en ocasiones te sorprende su rapidez es porque inconscientemente ya nos pertenecía».
El vicio de mirar (2000), de Ramón Folch. Es difícil definir esta obra que relata las pasiones y los paisajes de un ecólogo culto, amante del cine, de la literatura y de los viajes, curioso hasta el extremo, crítico, audaz comunicador… Yo diría que es un viaje por el mundo, no como desplazamiento, sino como conocimiento.
La tierra herida. ¿Qué mundo heredarán nuestros hijos? (2007), de Miguel Delibes y Miguel Delibes de Castro. Delicioso diálogo entre el padre escritor y el hijo biólogo sobre el mundo que heredarán nuestros hijos: el cambio climático, el deshielo de los polos, el aumento de los fenómenos extremos o la desaparición de las especies.
En estos momentos, estoy ocupado preferentemente en las relaciones entre el río y la ciudad y tengo tres títulos sobre el tema encima de mi mesa de trabajo:
Les paysages de l’eau aux portes de la ville (1995), de Jean Paul Bravard y otros autores. Coloquio organizado por el Centro Jacques Cartier en el que participan expertos canadienses y europeos con el objetivo de mejorar las condiciones ecológicas y la integración social en los espacios fluviales.
Villes inondables/Cities and flooding (2014), dirigido por Jean–Jacques Terrin, trata de la prevención, adaptación y resiliencia de las ciudades inundables, un tema de plena actualidad en Zaragoza.
Agua, energía, cambio climático y otros estudios de derecho ambiental (2015), dirigido por Antonio Embid Irujo, en el que participan miembros y colaboradores del grupo consolidado de investigación Agua, Derecho y Medio Ambiente (AGUDEMA).
Aproximación a la «Mesa de trabajo» de Francisco Pellicer en La Casa Amarilla
Libros
Lara Almárcegui, Un descampado en la ribera del Ebro, Huesca, CDAN, 2009.
Regla Alonso Miura, La emoción de descubrir, Universidad Hispanoamericana Santa María de la Rábida, 1992.
Regla Alonso y Francisco Pellicer, El paisaje entre la ciencia y el arte, Zaragoza, Universidad Hispanoamericana Santa María de la Rábida, 1992.
Enric Batlle, El jardín de la metrópoli. Del paisaje romántico al espacio libre para una ciudad sostenible, Barcelona, Gustavo Gili, 2011.
J. P. Bravard, Les paysages de l’eau aux portes de la ville, Programme Rhône-Alpes, Recherches en Sciences Humaines, Montréal, Centre Jacques Cartier, 1995.
Gilles Clément, La sagesse du jardinier, Paris, L´oeil Neuf, 2004.
Gilles Clément, El jardín en movimiento, Barcelona, Gustavo Gili, 2012.
Miguel Delibes y Miguel Delibes de Castro, La Tierra herida. ¿Qué mundo heredarán nuestros hijos?, Madrid, Destino, 2007.
Antonio Embid, Agua, energía, cambio climático y otros estudios de derecho ambiental, Cizur Menor (Navarra), Thomson Reuters Aranzadi, 2015.
Ramón Folch, El vicio de mirar, Barcelona, Planeta, 2000.
Bernardette Lizet, Anne-Elizabeth Wolf y John Celecia, Sauvages dans la Ville, París, Muséum National d’Ethnobiologie, 1997.
Javier Maderuelo (dir.), Paisaje y territorio, Madrid, Abada, 2008.
Ian L. McHarg, Proyectar con la naturaleza, Barcelona, Gustavo Gili, 2000.
Lewis Mumford, La ciudad en la historia. Sus orígenes, transformaciones y perspectivas, Logroño, Pepitas de Calabaza, 2014.
Eugene P. Odum, Écologie, Montreal, Éditions HRW, 1975.
Salvador Rueda, Ecología urbana, Barcelona, Beta editorial, 1995.
Jean-Jacques Terrin (ed.), Villes inondables/Cities and flooding, Marseille, Parenthèses, 2014.
Florencio Zoido y Carmen Venegas, Paisaje y Ordenación del Territorio, Sevilla, Fundación Duques de Soria-Junta de Andalucía, 2002.
Francisco Pellicer. Apuntes biográficos
Nace en las faldas del Moncayo, Ambel (Zaragoza), en 1953.
Doctor Geógrafo. Profesor titular de Geografía Física, Universidad de Zaragoza.
Actividad docente e investigadora
Desde enero de 1980 desarrolla su actividad docente e investigadora en el departamento de Geografía y Ordenación del Territorio de la Universidad de Zaragoza. Partiendo de su especialidad en Geografía Física integra progresivamente en su investigación múltiples aspectos del medio natural y cultural con un marcado carácter aplicado: medio ambiente urbano, infraestructuras verdes, paisajes fluviales urbanos, paisaje, naturaleza y arte… Dirige o participa asiduamente en equipos interdisciplinares -integrados especialmente por arquitectos, ingenieros, juristas y geógrafos- que realizan proyectos de planificación urbana y territorial. Ha publicado más de doscientos trabajos en revistas científicas, congresos y libros.
Experiencia profesional en organismos públicos
2001. Director Técnico Expo Zaragoza 2008.
2005. Jefe de Área Temática de Expoagua Zaragoza 2008.
2006. Director General Adjunto de Operaciones y Contenidos y Jefe de Área Temática de Expoagua Zaragoza 2008.
2009. Gerente del Consorcio Expo Zaragoza 2008.
2009. Director del proyecto Expo Paisajes 2014. Técnico superior del Área de Grandes Proyectos Ayuntamiento de Zaragoza.
2011. Director del Centro Ambiental del Ebro. Técnico superior del Área de Cultura, Educación, Medio Ambiente y Participación Ciudadana, Ayuntamiento de Zaragoza.
Actividad de divulgación científica
Durante la preparación de la Expo Zaragoza 2008, trabajó estrechamente con diseñadores y artistas estableciendo lazos entre el rigor científico, la claridad necesaria para un público abierto y heterogéneo, y la emoción necesaria para fijar conceptos en la memoria y modificar comportamientos humanos.
Promovió y dirigió las siguientes exposiciones:
Agua para la Vida. Expo 2008
Agua recurso único. Expo 2008
Agua Extrema. Expo 2008
Agua Compartida. Expo 2008
Ciudades de Agua. Expo 2008
Sed. Expo 2008
Oikos. Agua y Energía. Expo 2008
Como director del Centro Ambiental del Ebro, prosigue su trabajo de divulgación sobre temas ambientales y urbanos. Desarrolla una intensa actividad expositiva que acompaña con cursos, conferencias, informes y otras actividades de carácter musical, teatral o artístico:
Zaragoza Verde y Azul, Centro Ambiental del Ebro, 2012
Materiales para la Memoria de Expo 2008, Centro Ambiental del Ebro, 2012
La Huerva en abierto, Centro Ambiental del Ebro, 2013
Zaragoza en verde. Urbanismo desde el Paisaje, Centro Ambiental del Ebro, 2013
Llévame al huerto. Programa de huertos urbanos del Ayuntamiento de Zaragoza, Centro Ambiental del Ebro, 2013
CONTINÚA. Memoria del futuro. V aniversario de Expo 2008, Pabellón Puente, 2013
ZARAGOZA mapa a mapa, Centro Ambiental del Ebro, 2013
Agua, derecho humano, Centro Ambiental del Ebro, 2014
Las bicicletas son para Zaragoza. Centro Ambiental del Ebro, 2014
Zaragoza en Verde, Centro Ambiental del Ebro, 2015
Ebro desbordado, con el río y no contra el río, Centro Ambiental del Ebro, 2015
Cursos especializados
El paisaje, entre la ciencia y el arte. Universidad Santa María de la Rábida, Huelva, 1992.
El paisaje, entre la ciencia y el arte. Universidad Menéndez Pelayo, A Coruña, 1993.
El dibujo como instrumento científico. Curso de postgrado, Facultad de Bellas Artes Universidad de Barcelona, Barcelona.
Premios
Premio Ramón Pignatelli del Gobierno de Aragón a la investigación sobre el agua, 2001.
Medalla de Oro del BIE por la contribución a la Exposición Internacional de Zaragoza 2008.